15/9/10

EL IDIOMA DE FABIO


Aquí se habla fútbol

Cuando la Football Asociation de Inglaterra contrató a Fabio Capello como Director Técnico de su selección, se fijó más en sus logros como entrenador de clubes y en su conocida capacidad para disciplinar a los jugadores que en detalles como la barrera idiomática, pequeño factor que a la hora de hacer el respectivo análisis no opacó el áureo palmarés del italiano. Urgía si, el renacimiento del orgullo ancestral como creadores de este deporte, herido durante la era McClaren quien falló en clasificarlos para la EURO 2008.

Don Fabio no tardó en retornar, transformado en victorias, el buen dinero acordado por la prestación de su sapiencia y, con una campaña pre mundialista con una sola mancha, los clasificó a Sudáfrica. La prensa entonces, lo alababa, los fanáticos lo apreciaban, tanto, que el "hi ya" que salta de las bocas por saludo, se escuchaba como "ciao" alrededor de los estadios y pubs donde se acostumbra a ver los partidos. Capello era en ese momento la razón primordial para ver coronarse a una generación de jugadores a los cuales se les aupa a rabiar cuando visten los colores de sus respectivos clubes en la Premier, pero que por una paradoja aún insondable, son pitados por sus connacionales de acuerdo a si juegan o no en el Chelsea, o en el Arsenal de su vida, por ejemplo.

La historia del tránsito inglés por las canchas del último mundial pasado ya, pero lo impresionante es que por encima de la sequía goleadora de Rooney, la ausencia de Ferdinand o más aún el cansancio por la extenuante temporada previa, emergió como determinante aquel minúsculo detalle pasado por alto a la hora del acuerdo.

La ineptitud de Don Fabio para pasar de inglés básico a intermedio hizo erupcionar a los tan temidos tabloides tornándolos en inquisidores de la designación del extranjero y, a los puristas del cockney londinense, exigiendo un Técnico con mejor inglés que Lord Mandelson. Empezaron todos entonces, a cuestionar su designación ignorando la transgresión de las normativas europeas referentes a la igualdad de oportunidades sin discrimación de ninguna índole, incluso de la nacionalidad o el idioma. Pasaban por alto que nadie ha alcanzado el 7o% de efectividad dirigiendo a los de la Cruz de San Jorge. Se podía pensar que Capello seguiría el mismo camino de Dunga o de Maradona.

Hoy en día, más allá de si la FA tiene o no el dinero para pagar su despido, tampoco hay en Inglaterra candidatos a ganar menos de un millón de libras y,  la terquedad del italiano, con apoyo de los jugadores vale acotar, insistiendo en su permanecia, le han dado otra oportunidad.

El equipo Inglés ha vuelto a ganar, Rooney anotó de nuevo y el argumento de la incapacidad para expresarse y motivar en el idioma de Shakespeare, no aparece en los titulares del día de hoy. Los detractores de Don Fabio siguen hablando, pero se refieren al hoyo que se abre en la defensa por la ausencia de un central de clase internacional, mientras que sus partidarios elogian el hallazgo de Adam Johson y de Theo Walcott, sin dejar de recordar que no lo convocaron al Mundial. La Inglaterra que se vió el viernes contra Bulgaria en Wembley y el martes en St. Jakob enfrentando a Suiza, no es la misma que capituló frente a la jóven y con futuro selección de Alemania. Capello parece haber dado con la clave para cerrar la puerta por la que salió de Sudáfrica y abrir caminos de cara a nuevas páginas que espera escribir en su idioma. No debe olvidar sin embargo que en Inglaterra, el hacha nunca se entierra del todo.